- Son tuyas las llaves? - Pregunto.
- Si! - Contesta mientras extiende la mano.
Le devuelvo sus llaves y la sigo por el rellano.
Mientras subimos las escaleras se oye la voz de una mujer unos pisos más arriba:
- Si, me las ha dado una señora - Contesta la niña.
Oh no! Dios mío! Una señora?!! No, no, no! Como que una señora?! Esta niña se ha confundido, no puede ser que este hablando DE MI!
Hay que tomarselo con humor...